miércoles, 28 de mayo de 2014

Consejos de eficiencia energética de cara al verano (II) Acondicionamiento de aire interior


En la entrada anterior hablamos de los sistemas de sombreamiento, los cuales decíamos que eran sistemas que ayudaban a rebajar la temperatura de las fachadas orientadas al sol mediante la interposición de elementos que impidiesen la radiación directa. Con este sistema lográbamos además que la temperatura del aire que entraba por las ventanas disminuyese algún grado; sin embargo, en un país como España, con un clima que nos deja temperaturas superiores a los 40 grados en muchas zonas, estos sistemas pueden no resultar suficientes. Por ello, en esta nueva entrada voy a hablaros de diferentes sistemas, más sofisticados que los anteriores, que nos permiten lograr un mayor nivel de confort en nuestras casas, estos son, sistemas de acondicionamiento de aire interior.

- Ventiladores: aunque pueda parecer algo muy rudimentario en comparación con otros sistemas, el simple hecho de provocar el movimiento del aire, puede ayudarnos a hacer más confortable nuestra estancia. Dentro de estos, existen numerosas opciones pero si hay que optar por alguno, sería recomendable optar por algún modelo de techo. Entre las principales ventajas de estos modelos encontramos el hecho de que al no ocupar espacio que limite nuestros movimientos, podemos optar por modelos con aspas grandes, llegando en muchos casos a 1,50 metros de diámetro; la ventaja de este tamaño de aspa esta en la cantidad de aire que es capaz de mover de forma que consigue renovar el aire de una forma bastante efectiva. Otra ventaja la encontramos en la velocidad de giro de las aspas, que en muchos casos es bastante menor que los ventiladores de pie o sobremesa, esto provoca un menor ruido y que la velocidad del aire sea mucho menor, lo que conlleva una sensación de confort mayor. En cuanto a las desventajas, durante mi experiencia como vendedor de este tipo de aparatos he podido comprobar que la principal y por la que mucha gente finalmente no se decide por este tipo de ventilador es el tema estético, ya que al ser un elemento que va a formar parte de la estancia durante todo el año, puede resultar difícil encontrar diseños que se adapten a nuestras necesidades; otra desventaja está en el anclaje del conjunto al techo, ya que es necesario contar con un techo plano y que no sea del tipo falso-techo para poder garantizar que no se va a descolgar en pleno funcionamiento. Otra característica interesante de este modelo es la posibilidad de invertir la dirección de giro, de esta forma conseguiremos aire fresco en la parte baja de la estancia durante el verano y al invertir el giro en invierno, haremos que el calor acumulado en la parte superior baje de forma que aprovechemos el calor donde realmente lo necesitamos. En cuanto al precio, podemos encontrar los modelos más sencillos desde 30-40 €.
No hay que olvidar otros tipos de ventilador, desde algunos pequeños modelos que enchufados a la toma USB de nuestro ordenador nos proporcionan pequeñas brisas de aire, hasta los modelos más avanzados sin aspas visibles que se adaptan a muchos tipos de decoración y evitan peligros cuando hay niños cerca.
-Climatizadores evaporativos: si acostumbráis a visitar centros de bricolaje en la época estival, es bastante posible que en la zona de climatización os hayáis encontrado unos aparatos similares, en apariencia, a los aparatos de aire acondicionado portátiles (pingüinos) pero mucho más pequeños y lo más sorprendente, sin el dichoso tubo que hay que sacar por la ventana. Pues bien, aunque este tipo de climatizador puede ayudarnos a bajar la temperatura de nuestra casa, no es oro todo lo que reluce. Este aparato dispone de un depósito de agua y un ventilador, su funcionamiento se basa en la existencia de un elemento que permite que el aire lanzado por el ventilador pase junto al agua, de manera que esta se evapora ayudando a bajar la temperatura del aire en algunos grados pero con un grado de humedad mayor. Imaginemos una calurosa tarde de verano, si nos dejamos llevar por la idea de que este aparato es como un sistema de aire acondicionado, cerraremos todas las ventanas y pondremos a funcionar nuestro climatizador, desde el primer momento notaremos que la temperatura de nuestra estancia va bajando algunos grados, sin embargo, no podemos olvidar que el sistema al funcionar con agua está aportando un mayor grado de humedad al ambiente. Pasado un tiempo, que dependerá de la temperatura, el tamaño de la habitación y la humedad inicial, la humedad de la estancia llegará a su máximo de forma que el aparato no podrá enfriar más; con un grado de humedad tan alto y el aporte de calor que sigue entrando a través de las paredes, conseguiremos unas condiciones de calor y humedad bastante acusadas y que seguramente no es lo que esperamos. En este momento, si la persona que nos vendió el aparato no nos explico el funcionamiento real sino que se quedó en decirnos que el aparato era como un aire acondicionado pero sin tener que sacar el tubo a la calle, posiblemente decidamos devolver el climatizador a la tienda. Pues bien, tras explicar lo anterior, explicar que lo recomendable es usar este aparato exclusivamente en días de calor con una humedad baja y lo más importante, asegurarnos de renovar el aire para que la humedad ambiente se mantenga baja. Con todo esto, no quiero decir que estos aparatos no sean útiles, sino al contrario, ya que son una solución sencilla y económica (desde 70-80 € en oferta) de climatizar nuestras casa, pero sí es verdad que para no llevarnos disgustos futuros, tenemos que conocer su forma de trabajar para elegir las mejores condiciones para sacarle todo su partido.

En la próxima entrada pasaremos al siguiente nivel en cuando a sistemas de acondicionamiento de aire interior, el aire acondicionado, explicando su forma de funcionamiento y diferentes opciones para mejorar el consumo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Consejos de eficiencia energética de cara al verano (I)


Aprovechando que ya llega el calor, y parece que esta vez para quedarse, voy a hablaros de una serie de medidas que nos ayudarán a mantener nuestras casas lo más frescas posible. 

En esta entrada en concreto hablaremos sobre sistemas de sombreamiento. Estos sistemas pretenden, como su nombre indica, dar sombra, es decir, son sistemas, fijos o móviles, que hacen que las fachadas queden a la sombra en las horas de incidencia directa del sol y de esta forma  el paramento esté a menor temperatura y  radien menos calor al interior.



Sistemas de sombreamiento:
- Como primera medida podemos hablar de algo que la mayoría tenemos en nuestras casa, las persianas. Si podéis escoger, optar sin duda por persianas con lamas de aluminio y aislante térmico en el interior, ya que además de ser más eficientes a la hora de protegernos del calor durarán más tiempo al ser de un material resistente a los rayos del sol. Es conveniente mantener las persianas abiertas en las horas de sombra, de esta forma conseguiremos refrigerar la estancia; en las horas de sol directo la cosa cambia, en este caso lo mejor es bajar las persianas pero sin cerrar del todo, es decir, bajar hasta una posición en la que los rayos de luz no entren directamente a la habitación pero sí permitan la entrada de aire. En cuanto a la ventana, si el entorno lo permite, deben mantenerse abierta procurando que se genere cierta corriente entre las ventanas de sol y las de sombra. Igualmente resulta interesante la instalación de mosquiteras en las ventanas (desde 15-20 €), de esta forma podremos evitar la entrada de insectos y algo bastante interesante y que normalmente no se tiene en cuenta, con la mosquitera evitamos la entrada de las típicas pelusas de primavera que tan mal vienen a los alérgicos.

- Otra opción para sombrear son los toldos, dentro de estos tenemos multitud de opciones, desde capotas para ventanas, estores para terraza o de brazos y pérgolas para jardín. Aunque popularmente se dice que una vez que la tela se ha calentado el calor que esta desprende hace que sea insoportable estar debajo, cabe decir que para evitar esto es necesario asegurar una correcta ventilación por debajo de la tela. También es importante el color de la tela, mientras más clara sea, mejor repelerá  los rayos de sol y con ello bajará más la temperatura. Si pretendemos que el sistema de toldos sea realmente eficaz debemos procurar su uso durante toda la jornada y no sólo en las horas de más calor, de esta forma, si desplegamos el toldo a primera hora, la tela se enfriará y su eficacia a la hora de protegernos del calor durante las horas centrales se verá incrementada.

- Por último vamos a tratar las viseras fijas. Esta opción es algo que aunque parece que en los últimos años ha proliferado bastante, lleva bastantes años entre nosotros. La opción más sencilla de este sistema de sombreamiento consiste en la posición de la carpintería de las ventanas respecto a la fachada; si os fijáis en vuestras casas, lo más habitual es que la carpintería esté en la parte interior del hueco, de esta forma se consigue que en las horas centrales del día del verano, el pequeño voladizo que queda en la parte superior del hueco haga sombra sobre la carpintería de forma que esta se mantiene más fría disminuyendo la radiación de calor al interior.
Una forma algo más elaborada consiste en la ampliación del voladizo del tejado, como podéis ver en la imágen.
Actualmente se tiende a soluciones más elaboradas intentando que su diseño quede lo más integrado posible en la arquitectura de la fachada. Para ello se instalan voladizos en cada uno de los huecos de las fachadas que reciben más sol en época de verano. Esta opción es algo que materialmente se puede instalar en cualquier ventana si no nos atrae la opción de los toldos, eso sí, tendremos que contar con la aprobación de los vecinos al alterar la fachada.
Automatismos en persianas y toldos
Hoy en día es bastante habitual que las viviendas queden sin ocupantes durante gran parte día, sin embargo, el sol ha seguido trabajando durante esas horas, de forma que al regresar a casa lo más probable es encontrarnos una casa sin ventilar y con una temperatura bastante más alta de lo deseado.
Para solucionar este inconveniente, podemos encontrar encontrar en el mercado diversos sistemas domóticos que pueden hacer este trabajo por nosotros.
Lo primero de todo es instalar un detector solar, este aparato permitirá al sistema saber en qué posición se encuentra el sol y actuar en consecuencia. Una motorización de persiana acoplada al detector solar, en verano, hará que la persiana baje cuando el sol incida directamente y la hará subir cuando la ventana quede sombreada; al contrario en invierno, manteniendo la persiana arriba en las horas de sol y bajando cuando la ventana ya haya quedado en sombra. Este sistema también se puede aplicar a toldos y pérgolas, en este caso, además del detector solar es conveniente instalar un detector de viento y otro de agua, de esta forma, en caso de que se aproxime alguna tormenta, nuestro toldo se recogerá automáticamente y no correrá peligro de rotura.
En próximas entradas trataremos otras opciones para refrescar nuestra casa durante los meses de calor.