Aprovechando que ya llega el calor, y parece que esta vez para quedarse, voy a hablaros de una serie de medidas que nos ayudarán a mantener nuestras casas lo más frescas posible.
En esta entrada en concreto hablaremos sobre sistemas de sombreamiento. Estos sistemas pretenden, como su nombre indica, dar sombra, es decir, son sistemas, fijos o móviles, que hacen que las fachadas queden a la sombra en las horas de incidencia directa del sol y de esta forma el paramento esté a menor temperatura y radien menos calor al interior.
Sistemas de sombreamiento:
- Otra opción para sombrear son los toldos, dentro de estos tenemos multitud de opciones, desde capotas para ventanas, estores para terraza o de brazos y pérgolas para jardín. Aunque popularmente se dice que una vez que la tela se ha calentado el calor que esta desprende hace que sea insoportable estar debajo, cabe decir que para evitar esto es necesario asegurar una correcta ventilación por debajo de la tela. También es importante el color de la tela, mientras más clara sea, mejor repelerá los rayos de sol y con ello bajará más la temperatura. Si pretendemos que el sistema de toldos sea realmente eficaz debemos procurar su uso durante toda la jornada y no sólo en las horas de más calor, de esta forma, si desplegamos el toldo a primera hora, la tela se enfriará y su eficacia a la hora de protegernos del calor durante las horas centrales se verá incrementada.
- Por último vamos a tratar las viseras fijas. Esta opción es algo que aunque parece que en los últimos años ha proliferado bastante, lleva bastantes años entre nosotros. La opción más sencilla de este sistema de sombreamiento consiste en la posición de la carpintería de las ventanas respecto a la fachada; si os fijáis en vuestras casas, lo más habitual es que la carpintería esté en la parte interior del hueco, de esta forma se consigue que en las horas centrales del día del verano, el pequeño voladizo que queda en la parte superior del hueco haga sombra sobre la carpintería de forma que esta se mantiene más fría disminuyendo la radiación de calor al interior.
Actualmente se tiende a soluciones más elaboradas intentando que su diseño quede lo más integrado posible en la arquitectura de la fachada. Para ello se instalan voladizos en cada uno de los huecos de las fachadas que reciben más sol en época de verano. Esta opción es algo que materialmente se puede instalar en cualquier ventana si no nos atrae la opción de los toldos, eso sí, tendremos que contar con la aprobación de los vecinos al alterar la fachada.
Automatismos en persianas y toldos
Hoy en día es bastante habitual que las viviendas queden sin ocupantes durante gran parte día, sin embargo, el sol ha seguido trabajando durante esas horas, de forma que al regresar a casa lo más probable es encontrarnos una casa sin ventilar y con una temperatura bastante más alta de lo deseado.
Para solucionar este inconveniente, podemos encontrar encontrar en el mercado diversos sistemas domóticos que pueden hacer este trabajo por nosotros.
Lo primero de todo es instalar un detector solar, este aparato permitirá al sistema saber en qué posición se encuentra el sol y actuar en consecuencia. Una motorización de persiana acoplada al detector solar, en verano, hará que la persiana baje cuando el sol incida directamente y la hará subir cuando la ventana quede sombreada; al contrario en invierno, manteniendo la persiana arriba en las horas de sol y bajando cuando la ventana ya haya quedado en sombra. Este sistema también se puede aplicar a toldos y pérgolas, en este caso, además del detector solar es conveniente instalar un detector de viento y otro de agua, de esta forma, en caso de que se aproxime alguna tormenta, nuestro toldo se recogerá automáticamente y no correrá peligro de rotura.
En próximas entradas trataremos otras opciones para refrescar nuestra casa durante los meses de calor.
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